Las abejas son parte importante del ecosistema, ya que de ellas depende no lo sólo la producción de alimentos como la miel, polen y sus derivados, sino que también son las encargadas de llevar a cabo la polinización, es decir, ellas son las encargadas de que la mayoría de las especies del mundo vegetal se reproduzcan.
Por estas y por muchas razones más, es ta alarmante el fenómeno que se hizo patente el año 2005: las abejas están muriendo y rápido, afectando a colmenas completas en diferentes partes del mundo, veamos por qué sucede.
El colapso de las colmenas
Hace 8 años, se empezó a hablar del llamado “desorden del colapso de las colmenas,” producto del cual las abejas comenzaron a morir en masa y sin causa aparente. En los años siguientes se investigó el problema y ahora se trabaja para solucionarlo, aunque el daño ya está hecho. Se cree que existen dos culpables claros en el fuerte aumentos de la mortandad de las abejas: el primero de ellos es el uso de pesticidas conocidos como Neonicotinoides y, en segundo lugar, el aumento de la emisión de ondas electromagnéticas por parte de teléfonos y antenas móviles. Los neonicotinoides, comenzaron a utilizarse de forma masiva un poco antes de iniciarse el desorden del colapso de colmenas. Varios países de la Unión Europea los han prohibido, pero en Estados Unidos y el resto del mundo se continúan usando. Las ondas electromagnéticas liberadas por móviles y antenas de telefonía celular, también tendrían culpa en la masiva muerte de abejas. Se cree que al estar en el ambiente, crean estímulos que confunden a las abejas y las hacen agruparse en enjambres cuando no es necesario. Cuando la exposición es constante y durante un periodo de tiempo largo, las consecuencias están claras: mortandad de colonias enteras de abejas, en lo que constituye un desastre no sólo para estos insectos, sino para el mundo entero.
Las consecuencias
Las abejas tienen un rol muy importante: gracias a ellas se produce la fecundación de plantas y flores, que luego se transforman en parte importante de la dieta diaria de personas alrededor del mundo. Frutos como las manzanas, cerezas, almendras y cebollas, entre otras, requieren de la polinización y, en los últimos años su producción disminuyó significativamente. Al haber escasez, suben los precios y su consumo se hace más difícil. En Estados Unidos, cerca de un cuarto de los cultivos se han visto afectados por la mortandad de abejas, una cifra muy alta. Estos insectos se han convertido en un bien muy preciado para los agricultores y, hoy es común que se traslade artificialmente a las abejas de un lugar a otro, lo que también provoca problemas. Una consecuencia más del llamado «progreso,» que muchas veces nos hace retroceder, en vez de avanzar.
Fuente:www.ienterate.net