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¿Querés lograr un cambio positivo? Conectate con tu talento personal

Para recuperar la confianza, es fundamental descubrir qué tenemos para dar. El primer paso para la transformación es disponer de cinco minutos diarios para uno mismo.
Por Natalia Carcavallo

Desde hace años, Florencia y Verónica de Andrés están convencidas de que cambiar para mejorar es posible y que ese proceso individual se expande al entorno: “Estamos atravesando un momento muy desafiante y la urgencia tener respuestas sobre cómo vivir este tiempo de la mejor manera posible se hace cada vez mayor. Todos podemos convertirnos en agentes de cambio positivos y transformar nuestra vida primero y nuestro entorno, en consecuencia.
El cambio individual traerá transformaciones en los vínculos, en la forma en que llevamos adelante nuestro trabajo, en la vida cotidiana y en la posibilidad de futuro para uno y para todos”.

Florencia y Verónica son madre e hija. Hace más de 10 años dan conferencias internacionales, crean programas especiales para empresas y ofrecen muchos recursos para llevar adelante un cambio. Verónica es Magíster en Educación con distinción de lo Universidad Oxford Brookes (Inglaterra) y Florencia es Licenciada en Ciencia Política y Magíster en Coaching de la USAL y fue quien le insistió a su madre en sacar todas estas enseñanzas del ámbito de la academia y ponerlas a disposición de cualquier persona que se sintiera convocada a hacer un cambio en su vida.
Ambas saben que los contextos de crisis personal o colectiva son también una oportunidad, pero resulta muy difícil pensarlo de esta manera cuando uno se siente mal y no tiene herramientas para transformar la incertidumbre en acción próspera.

En sus redes sociales, conversan con miles de personas a diario y las ayudan a recuperarse, a obtener respuestas concretas a las situaciones que allí plantean:
“¿Cómo puedo lograr más confianza en mí mismo?
¿De qué manera llevo adelante mi proyecto si el contexto pareciera ir en contra de mi realización?
¿Cómo es posible mejorar mi autoestima y crear mejores vínculos en mi entorno?
Estas son las preguntas más comunes que reúnen a personas de todo el mundo, sin distinción de sexo y a pesar de sus diferentes idiosincrasias.

La conexión con los talentos naturales es fundamental (Foto Shutterstock)

Herramientas de cambio

“La herramienta fundamental para dar inicio al cambio e ir dejando de lado el agobio y el sinsentido es poder descubrir qué es aquello que tenemos para dar», explican.

– ¿Cuál es el camino para saber qué tenemos para dar?

– La conexión con los talentos naturales es fundamental.
En general las personas asocian “talento” con la idea de tener un don especial, sin embargo todos tenemos algo que nos hace únicos y que puede hacer una diferencia en los demás y reconectarnos a nosotros mismos con un bienestar que en ocasiones, parece lejano o que quizás nunca hemos sido capaces de sentir.

La escucha empática, la cocina, la facilidad para manejar números y tantas otras posibilidades están ahí y pueden precipitar enormes cambios, sin embargo la mayoría de nosotros no les prestamos atención.
A veces se instala una fantasía en la que una persona solo puede renovar su vida si la cambia drásticamente.
Otras es necesario, pero para la mayoría de nosotros las cosas adquieren otras dimensiones cuando retomamos o descubrimos aquello que nos sale bien y lo ponemos a funcionar en nuestra vida cotidiana, en nuestros vínculos primarios, en el trabajo.

«Recuperar la posibilidad de hacer aquello que nos sale bien naturalmente es un paso fundamental.
Es necesario dejar de atender todo lo que no tenemos ni somos y entrar en otra lógica”, explica Florencia.

Su madre, Verónica agrega un paso anterior: “Antes de llegar a poder hacernos esta pregunta y recordar que somos buenos para algo y seguramente para mucho más de lo que ahora somos capaces de ver y de imaginar, es necesario que podamos reconectarnos con quienes somos y qué queremos».

– ¿Cómo se empieza a conectar con uno mismo?

Para que podamos generar un cambio es fundamental empezar a hacernos un tiempo diario de contacto con nosotros mismos. Parece una idea sencilla, pero no es tan fácil de llevar a la práctica.
Muchas personas se niegan esta posibilidad por miedo a lo que en ese momento pueda aparecer. Las justificaciones para no conectar con el interior de uno brotan sin cesar: la falta de tiempo, las demandas de trabajo, las ocupaciones familiares, las tareas domésticas.
Todo atenta contra la posibilidad de generar un espacio propio. Cuando al fin decidimos frenar el afuera y a respetar esta necesidad de reconexión, se facilita la posibilidad de hacernos otras preguntas.

En esos momentos también dejamos de mirar para afuera, para ese mundo donde todo parece instragrameable, lleno de sonrisas y con los problemas resueltos.
¿Qué querés para tu vida hoy?
Esta es una pregunta tan simple como difícil de responder. La gente tiene muy claro lo que no quiere.

Además de su incesante actividad en las redes en donde ofrecen acompañamiento, intercambios y clases para el desarrollo personal, Verónica y Florencia acaban de publicar su cuarto libro Renovate que ya se convirtió en una de las publicaciones más exitosas de este último tiempo tal como fue Confianza Total, traducido a más de 17 idiomas.

En los libros ofrecen otras herramientas concretas para implementar en la vida cotidiana de cada persona.
Ellas afirman que si disponemos de cinco minutos diarios para nosotros, algo empieza a cambiar: 

“Este tiempo mínimo es un mensaje: yo me respeto, me valoro y yo me doy mi lugar. Yo valgo lo suficiente para hacerme un tiempo para mí .El tiempo de conexión con uno mismo jamás es tiempo perdido. Sin embargo lograr esto no es tan sencillo, en el inicio genera mucha culpa. Las personas suelen tener el síndrome del burro de carga. Llevan todo sobre sus espaldas y resisten. Eso les da una idea de cuánto valen. Se esfuerzan, suman mas pesos hasta que un día no aguantan más” cuenta Florencia.

Conectar con aquello que hacemos bien, nos hace bien. Foto: Shutterstock.
Conectar con aquello que hacemos bien, nos hace bien. Foto: Shutterstock.

Hacer el bien hace bien

En su libro Hacer el bien hace bien, dan un paso más allá de los eslóganes.
Una de las ideas que promueven es la importancia de conectar con aquello que hacemos bien, con lo que nos permite lograr una diferencia y nos abrumarnos con el exceso de trabajo, de responsabilidad y de esfuerzo sin sentido que nos vuelven negativos. Eso también contagia. Por eso el cambio que realizamos en lo individual es inspirador para otros.
Logra que podamos mirar al otro y decir: “Si ella puede, yo también”.
De esta forma nos volvemos agentes de cambio positivos

“Los seres humanos no somos islas. No puedo enfocarme solo en lo que me hace bien a mí. Estamos todos interrelacionados y somos una gran red de conversaciones, emociones. El cambio que empieza en uno, cambia el entorno», Florencia lo sabe. y lo resume: “El comentario más frecuente que recibimos es: ‘Lo que hice por mí cambió la vida de todos a mi alrededor'».

 

Por Natalia Carcavallo
www.wetoker.com

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