La música puede adoptar diferentes formas en las culturas alrededor del mundo, pero hay algunos temas usados en la industria que son reconocidos universalmente. Un nuevo estudio de Yale descubrió que existe una notable excepción: las canciones de amor.
Samuel Mehr, autor principal de la investigación, señaló que alrededor del mundo las personas cantan de manera similar. La música, explicó, es una arte que está sumamente inmersa en la interacción social de las personas.
Publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences el 7 de septiembre, los investigadores reprodujeron fragmentos de 14 segundos de un banco de canciones.
Dicho banco estaba conformado por más las voces de más de cinco mil personas de 49 países diferentes.
El equipo de investigación incluyó sujetos tanto del mundo industrializado, como de 100 personas que viven en comunidades pequeñas y relativamente aisladas.
Durante el estudio, se solicitó a los participantes clasificar la probabilidad de que cada muestra sea uno de cuatro tipos de música: danza, canciones de cuna, música «curativa» o música de amor. A diferencia de otros experimentos psicológicos, los cuales son realizados en un solo idioma, este se realizó con 31 idiomas.
A pesar de la multitud de lenguajes usados, las personas de todas las culturas lograron identificar fácilmente música de danza, canciones de cuna y en menor alcance, música curativa. Sin embargo, se descubrió que las canciones de amor quedaron por detrás de estas otras categorías.
Por ejemplo, cuando analizar la respuesta basada en grupos de idiomas, encontraron que 27 de 28 personas clasificaron las canciones de baile de manera más apropiada para bailar que otras canciones. Los 28 sujetos lograron identificar las canciones de cuna y solamente 12 de 28 fueron capaces de identificar las canciones de amor.
Lidya Yurdum, quien trabaja como investigadora asistente en el centro de estudios infantiles de Yale, declaró que las canciones de amor son más difíciles de categorizar porque hablan de diferentes temas.
Es decir, las canciones de amor expresan alegría y atracción, pero también tristeza y hasta celos, por lo cual fueron los participantes con conocimiento básico de los lenguajes quienes realizaron las mejores clasificaciones.
Además, los autores descubrieron que las clasificaciones de los oyentes, cuando no eran canciones de amor, eran precisas y consistentes entre sí y no se explicaba por su proximidad lingüística o geográfica del cantante. De esa manera, se demostró que la diversidad musical está sustentada por fenómenos psicológicos universales.