Asistimos a un cambio significativo en el papel de la familia a través de
un proceso mediante el cual la formación cultural comienza a ser transmitida
con una carga emocional distinta a la del pasado.
La familia cumple una función importante no solo, por los mensajes que transmite, sino por las barreras que establece.
En el siglo XX la familia se ha modificado mucho mas que la escuela, entre la familia de hoy y la de fines del siglo pasado hay una distancia enorme, mientras que entre la escuela de hoy y la escuela de fin de siglo los cambios son menos significativos.
Mientras en la familia se ha establecido la diferenciación, el respeto a la diversidad, la ampliación de los espacios de elección y la personalización, en la escuela, en cambio, se mantiene la indiferenciación, las opciones son reducidas, la diversidad personal es resistida.
Son alumnos, cada vez mas diferentes, no logran aprender los contenidos del modelo único.
Los alumnos rechazan esta opción y lo hacen a través del fracaso en el aprendizaje, reaccionando mediante la violencia y otras conductas de marginalidad social como el consumo de drogas, o bien a través de la indiferencia y menos dedicación de esfuerzos al trabajo escolar.
La necesidad de la educación permanente por la renovación constante de conocimiento provoca crisis, tanto de la idea de secuencialidad como de los aspectos mismos del maestro/alumno.
Si es preciso educarse a lo largo de toda la vida, entonces todos somos alumnos.
En la sociedad contemporánea esta muy difundida la idea de que no hace falta ser adulto para acceder a los nuevos conocimientos, ni para operar con los nuevos medios.
El pasado es concebido como un obstáculo, lo cual nos coloca ante un escenario en donde el manejo de los aparatos por parte de los niños y no por los adultos crea la separación entre pensamiento y conocimiento.
Los niños conocen, operan pero no pueden pensar en el sentido de lo que hacen.
Los adultos en cambio pueden pensar en el sentido pero no saben operar con los nuevos instrumentos.
La distinción entre maestro y alumno es mas débil que en el pasado y supera los escalones de la jerarquía educativa que garantiza, cada vez menos, la superación de los escalones de las posiciones sociales.
Juan Carlos Tedesco
Extracciones del libro: El nuevo pacto educativo Educación, competitividad y ciudadanía en la sociedad moderna
Cáp. 2, La crisis del sistema tradicional. Juan Carlos Tedesco- ED. Grupo Anaya, España- 1995
Juan Carlos Tedesco es argentino, Lic. En Ciencias de la Educación
Especialista en Educación y Director del Instituto de Políticas Educativas perteneciente a la UNESCO.
1991-1998 Director de la Oficina Internacional de Educación – UNESCO, Ginebra, Suiza.
Cargo actual: Director del Instituto Internacional de Planificación de la Educación – filial Buenos Aires.
*publicado en Ser Azul -Revista Impresa 2006