Yule es mejor conocido como el solsticio de invierno y marca la noche más larga del año. A partir de este punto los días comienzan más y más largos.
La celebración comienza el 21 de Junio (para continente Sur) y algunos acostumbran a prolongarla hasta el día 25.
Incluso, también esta fecha puede ser considerada como el Año Nuevo Autoctono Mapuche-Inca-Aimara- etc.
En épocas antiguas, esta era una ocasión para celebrar porque significaba el momento crucial del invierno y la vuelta eventual del Dios.El Sol, símbolo del Dios en muchas culturas, volverá a calentar la Tierra una vez más
Esta representación era venerada por los egipcios y los romanos, pero sobre todo por los celtas que conmemoraban el tiempo en que el Rey del Roble era victorioso sobre el Rey del Acebo.
El Rey del Acebo representa el invierno, la muerte y la oscuridad que ha gobernado desde Samhain; y el Rey del Roble representa el nuevo año, el renacimiento y la vida.
El Sol que disminuye es alcanzado por el Sol que aumenta, así los días se hacen más largos después de la victoria del Rey del Roble y la Rueda pasa de las tinieblas a la luz.
Pero en Yule también honramos a la Diosa porque ésta es la que da a luz al Dios Sol una vez más. Por eso Yule conmemora el renacimiento del Dios.Yule es una época cuando hacemos rituales y celebramos la luz de renovar y de ver el mundo a través de los ojos de un niño; es hora de levantar nuestros espíritus y atraer armonía, paz, y alegría a nuestras vidas. Durante Yule vemos la sabiduría de la experiencia previa comenzando a brillar tenuemente.
Las experiencias que rendimos sobre los años que han pasado comienzan a renacer como sabiduría, nueva luz para dirigirnos más lejos y avanzar en las trayectorias que hemos elegido.
La tradición católica retomó esta fiesta pagana cuando es Yule en el Continente Norte –Dic.21 al 25, utilizándola para situar el día del nacimiento de Jesús, el Mesías, a partir del año 320 d.C. en que los altos mandos de la iglesia se reunieron y acordaron utilizar esta fecha sin ningún fundamento histórico, pero sí con una clara intención de empatar la celebración mitráica de los romanos y la celebración de Yule de los celtas y sajones.
Como ya se mencionó, los romanos, los egipcios y los celtas conmemoraban a las deidades solares por estas fechas. Los romanos veneraban principalmente al Dios solar Mitra (o Mithras), que era llamado Dios de la luz.
Entonces, al decretarse el nacimiento de Jesús el 25 de Diciembre, muchos paganos identificaron fácilmente a Mitra con Jesús que es considerado la luz del mundo. Para que esto sucediera, se retomó la fiesta de Mitra de los romanos y la de Yule de los celtas como las fiestas de Navidad, que contiene en realidad mucho folclore pagano.
Lita Guevara Castillo
Creadora y Conductora de Indigo y Cristal
indigoycristal.blogspot.com