Sincrodestino. Lo que popularmente llamamos coincidencia, en el mundo espiritual, tiene un sentido que puede determinar un cambio importante en nuestra vida. Por Natalia Carcavallo
“Justo estaba pensando en vos”, “ayer soñé con él y hoy, después de tanto tiempo, me llamó”, “¿podés creer que el subte no funcionaba, empecé a caminar para tomarme un taxi y a media cuadra nos cruzamos después de tanto tiempo?”
Las historias son infinitas, y si prestamos atención, cada vez ocurren con mayor frecuencia.
A estos fenómenos los definimos como «coincidencia».
Sin embargo, en el mundo espiritual, en el plano de la conciencia, se conocen como sincronicidades y tienen un sentido, un propósito y pueden lograr una bifurcación importante en nuestra vida.
“Todos nos hemos encontrado «por causalidad» con personas que han modificado ostensiblemente nuestros caminos.
De hecho, la historia está repleta de encuentros altamente significativos que cambian la vida personal y a veces también la de una sociedad entera. Se trata de acontecimientos que nos abren puertas.
Pero estos encuentros no se realizan sólo entre individuos, dado que las ideas, los símbolos, los libros e incluso las películas pueden desempeñar un papel fundamental”, dice J.F. Vezina, un reconocido psicólogo en su libro Las coincidencias necesarias.
«Vivir el sincrodestino requerirá algún sacrificio de tu parte.
D. Chopra
Debes sacrificar tus ideas equivocadas de que el mundo
funciona como una maquinaria sin conciencia”
Cuanta más atención seamos capaces de prestar a estos eventos, mayor coherencia y sentido tendrá nuestra vida cotidiana, podremos experimentar una comprensión mayor al quehacer diario. No existen las casualidades pero que las hay, las hay. Carl Jung fue el primero en llamarlas sincronicidades y las explicó como dos sucesos que ocurren de forma simultánea y acausal pero que están vinculados por el sentido.
Paulo Coelho, en el best seller mundial El alquimista lo dejó sentado una y otra vez. “Hay que seguir las señales.
Cuando uno se decide a vivir su leyenda personal el Universo conspira a nuestro favor”. James Redfiel, el autor de un famoso libro llamado La novena revelación también afirma que la conexión con las coincidencias es el primer paso para el despertar espiritual.
Deepak Chopra retomó el tema hace años y publicó otro best seller Sincrodestino.
Él asegura que cada sincronía que nos sucede tiene un significado aunque no siempre lo podamos comprender y a pesar de que sus consecuencias no sean inmediatas.
Propone que empecemos a registrar en nuestra historia todas las coincidencias que hemos tenido y a ser conscientes de cómo ellas nos fueron direccionando hasta este momento.
Las coincidencias necesarias, nos dejan intuir el todo, el cero, donde todo es posible, con el Universo, con Dios.
¡“Eso” recibe tantos nombres!
Si le hacemos lugar, una casualidad puede regresarnos a esa fe inexplicable de que estamos siendo amparados por otra lógica superior a la mente atontada con la rutina.
“Las coincidencias son atisbos de lo milagroso. Cada una de ellas es un mensaje, una pista sobre cierto aspecto particular de nuestras vidas que requiere atención”, escribe Chopra en Sincrodestino y explica que vivir en el sincrodestino hay que comprender la naturaleza de los tres niveles de existencia.
El primer nivel es el ámbito físico, el material, el que se ve y se vive a través de nuestros cinco sentidos.
El segundo es el cuántico y comprende al mundo en el que vivimos como información, energía y posibilidades ilimitadas.
El tercer nivel de existencia es lo que Chopra llama el ámbito no circunscrito, la conciencia y la inteligencia que está en todas partes a la vez. El autor afirma:
“Cuando aprendes a vivir desde este nivel, puedes cumplir espontáneamente todos tus deseos».
La fase final del sincrodestino se logra cuando uno adquiere pleno conocimiento de la interrelación de todas las cosas y de cómo cada una influye en la otra, de cómo están sincronizadas entre sí.
Según Chopra las coincidencias son pistas que indican la intención del espíritu universal y que pueden tener muchos significados. El correcto, siempre dependerá de la persona que lo experimenta.
“Mientras más atención prestes a las coincidencias, más atraerás otras coincidencias que te ayudarán a aclarar su significado”.
Para atraer más coincidencias, es fundamental la meditación y aprender los siete principios en los que se basa el Sincrodestino.
Sincrodestino – Los 7 principios
Primer principio: Tú eres una ola en la estructura del cosmos
Tú eres el universo, circunscrito en un ser humano individual. Renuncia a tu deseo de controlar y deja que la vida maravillosa para la que naciste se desarrolle en toda su magnificencia. Siente el silencio dentro de ti. Pregúntate por qué estás en el mundo.
Segundo principio: Descubro mi yo no circunscrito a través del espejo de relaciones
El desarrollo de relaciones humanas significa lazos humanos positivos. Todos somos espejos de los otros y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Tercer principio: Domina tu diálogo interno
Al dominar el diálogo interno, uno puede transformar la realidad para crear abundancia. Cuando los factores externos dejan de influir en su sentido del yo, te vuelves inmune a la crítica y la adulación. El diálogo interno positivo nos ayuda a avanzar en la dirección correcta, promueve la sincronicidad y fomenta el desarrollo personal.
Cuarto principio: La intención pone en movimiento la red del universo.
Cuando una persona alcanza cierto nivel de conciencia, cualquier cosa que intente empieza a ocurrir. La mejor manera de lograr que cada una de las intenciones se cumpla consiste en ajustarlas a la intención cósmica, en crear una armonía entre lo que uno quiere y lo que el universo quiere para uno.
Quinto principio: Aprovecha las turbulencias emocionales
La energía negativa que está en nuestro interior es destructiva. La turbulencia emocional es uno de los principales obstáculos para el cumplimiento espontáneo de los deseos. La emoción más destructiva es la ira. Una vez que has identificado el dolor, puedes empezar a expresarlo, liberarlo y compartirlo. Necesitamos sanar la ira de la impaciencia. Debemos observar cómo el miedo y la ira se han ido acumulando en uno a lo largo de los años. Estas emociones necesitan desaparecer. Chopra da ejercicios para iniciar este proceso.
Sexto principio: Celebra la danza del cosmos
Este principio nos exhorta a vivir la vida con plenitud, a través del aprovechamiento de los aspectos masculino y femenino de nuestro ser. Una manera de sacar provecho de ambos aspectos consiste en convocar a arquetipos masculinos y femeninos. Estas concentraciones universales de energía psíquica son parte nuestra. Debemos reconocerlas e invocarlas y agradecerles.
Séptimo principio: Cómo tener acceso a la conspiración de las improbabilidades
Este principio incorpora todos los demás aspectos del sincrodestino.
Cuando logramos aprender a sincronizar nuestra vida con el universo, celebramos la danza cósmica-destino para proponer un enfoque de la vida, basado en la conciencia pacífica. Es necesario cambiar la interpretación de lo que ocurre en la vida y transformarnos en la persona para la cual las probabilidades de que ocurran grandes cosas aumenten.
Chopra insiste en que el camino para vivir en el Sincrodestino es la meditación y recomienda permanecer sentado y en silencio por cinco minutos todos los días.
En ese silencio, uno puede comenzar a preguntarse:
¿Quién soy?
¿Qué quiero para mi vida?
¿Qué quiero de mi vida hoy?
Después de hacer estas preguntas o cualquier otra que nuestro corazón sienta, necesitamos relajarnos y dejar que el flujo de nuestra conciencia nos conteste.
Él asegura que si hacemos esta práctica a diario nos sorprenderá cómo las situaciones, circunstancias, acontecimientos y personas se organizarán en función de las respuestas. He ahí los mensajes y el comienzo del sincrodestino.
Después de todo, quizás sea como dijo el filósofo alemán F. Schiller:
«No existe la causalidad, lo que se nos presenta como azar surge de fuentes profundas»
F. Schiller
¿Y si nos dejamos llevar por ellas?