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Entender que el parto natural es protector

ENTREVISTA A MARINA LEMBO
Especialista en atención de Partos Domiciliarios, partera universitaria, licenciada obstétrica y docente de la UBA, dictó charlas sobre “El parto humano, cómo vivirlo y acompañarlo de la mejor manera”, y “Fisiología del parto humano”. Planteó un modelo posible.

-Ha dictado un curso sobre el parto natural como un concepto singular, para madres y médicos, ¿en qué consiste?

En realidad no es nada nuevo. Son conocimientos y formas de trabajo que están aplicándose hace décadas. Incluso, estos modelos asistenciales nunca dejaron de usarse en algunos países del tercer mundo y del primer mundo. En el tercer mundo por cuestiones culturales o mal entendidas por escasez de recursos. Por el alarmante índice de cesáreas, que es muy peligroso, vergonzoso y el reflejo de lo mal que están trabajando los profesionales de la salud. Lo que vengo a compartir en Jujuy es otro tipo de conocimientos científicos. Tendrían que cuidar sus recursos financieros y atender correctamente a las mujeres en situación de parto. El  cambio de paradigma de nacimiento empezó con las mujeres cansadas de sus partos separadas de sus afectos, de sus bebés, que no las dejen amamantar, que las operen, le pongan fórceps. Eso está llegando acá, están pidiendo otro tipo de atención y los profesionales de la salud no tienen alternativas para brindarles si la mujer no quiere una peridural.

¿Cuál es la sugerencia en este sentido?

– Sacarles su ropa y ponerle bata transparente que no la cuida en su pudor, la manera agresiva en que tocan a la mujer, el maltrato verbal, el aspecto de las instituciones no va. Y todos los aparatos e instrumentos médicos sólo pueden ser necesarios en un 5 ó 10 % de los casos.  El resto de las mujeres necesitan lugares cómodos para poder agacharse, descansar, estar con su marido o su familia y que las dejen parir tranquilas.  Es explicar desde la ciencia cómo funciona la hormona, la adrenalina, la citosina, las hormonas del estrés, la de la calma, y de qué manera se puede disminuir el dolor y hacer que la madre tenga mayor tolerancia con prácticas muy simples basadas en evidencia. Son explicaciones científicas de por qué hacerle un masaje a una mujer en la espalda, puede hacer que llegue al parto sin una peridural.

¿Estas técnicas son accesibles o es una cuestión más bien económica por las que no se las incorpora?

-Sí, seguramente el masaje es menos redituable que una peridural, pero para la salud pública es más redituable el masaje que la peridural porque va a traer mujeres y niños más sanos. Depende de dónde se mire, si uno piensa en un Estado corrupto si le interesa un sistema de salud que no satisface a la población sino a sus propios intereses.

¿Cuáles serían los pasos para un parto natural que deberían incorporarse?

Primero hay que capacitar al recurso humano. Es para mí inentendible que los especialistas en nacimientos solamente conocen un parto operatorio, nunca han visto un parto vaginal natural, sin que nadie rompa la bolsa, acueste a la mujer y le corte la vagina. La capacitación de recursos humanos está sucediendo en universidades del país,  incorporándose materias en la carrera de parteras en la Universidad de Buenos Aires, y en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo; en la especialidad de los médicos generalistas. Empiezan a haber cambios a nivel legislativo en el Congreso Nacional, y hay que capacitar a los profesionales. Es simple pero se ponen en juego otras variables como los intereses de la corporación médica, pero el empuje más fuerte está llegando a Córdoba y en Mendoza, falta que suba un poquito más.

¿Las mujeres pueden hacer un curso o cómo pueden prepararse para el parto natural?

-Antes de preparar un parto natural, vaginal normal es la preparación en el embarazo. Tiene que ver con informar a la mujer, que empiece a confiar en su capacidad biológica, en su sabiduría inconsciente, contactarse con mujeres que han parido con historias de nacimientos positivos, e ir sacándose condicionamientos que le infunden los médicos para luego someterlas más fácilmente. La mujer debe adquirir confianza de que es sana, en que el bebé sabe cómo nacer, que un aparato y goteos pueden ponerla en peligro y a su bebé, y entender que el parto natural es protector. Puede aprender posturas, estar con una figura de apoyo que respira con ella, que le de masajes en la espalda, darse una ducha, un baño en bañera o piletita. También elegir posturas verticales para parir, que no les impongan tiempos, que no las medicalicen, presentar planes de partos en las instituciones, que tienen peso legal y las mujeres podrían hacer denuncias si no se cumplen. Entonces hay cada vez más herramientas.
Fuente http://www.eltribuno.info

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