El fraude alimentario es el uso de engaños para obtener un beneficio por medio de la venta de alimentos y este se puede realizar de diversas maneras.
Cuál es la importancia de conocer lo que se consume?
En los últimos años el fraude alimentario ha sido mayormente conocido por presentarse como un producto de origen orgánico sin serlo, además de la alteración de los ingredientes principales de un comestible donde se han utilizado sustitutos de menor calidad. Asimismo, dentro del fraude alimentario se incluye el cambio en los etiquetados y la manipulación en las fechas de caducidad.
Además de representar una estafa para los consumidores, el fraude alimentario significa una amenaza directa a la salud de estos mismos.
Ante esta situación, Josefina Muñoz, gerente de Multilab de SGS México comentó para NotiPress que dentro del fraude alimentario se incluyen:
- adulteración
- sustitución
- dilución
- alteración
- simulación
- falsificación
- tergiversación
Fraude Alimentario – Medidas de Protección
Respeto a las medidas para prevenir y combatir este tipo de engaños, la vocera de la empresa en pruebas de inspección y certificación, aseguró que la utilización de una «solución de autenticación total» garantiza afirmaciones justificadas sobre los productos. Igualmente, permite a los consumidores tomar decisiones informadas y proteger la industria y a las empresas alimentarias.
De la misma forma, cualquier intento de abordar el fraude alimentario deberá estar impulsado por la inteligencia.
«Deben asegurarse de que existan sistemas para monitorear continuamente los incidentes e identificar las tendencias cambiantes y las causas fundamentales».
puntualizó Muñoz.
Es importante mencionar, el punto de partida para autenticar los productos alimenticios es comprender qué características están en riesgo de fraude alimentario.
En segundo lugar, identificar un método analítico para autenticar esas características en riesgo y los métodos de autenticación deben ser lo suficientemente completos.
Esto con el fin de detectar cualquier tipo de adulteración en los alimentos y no simplemente buscar los riesgos ya conocidos.
«Los programas de prueba deben garantizar la coherencia del enfoque, pero basarse en una variedad de técnicas y ser lo suficientemente dinámicos para evolucionar en línea con los riesgos emergentes. Debe haber parámetros claramente definidos que establezcan cuándo, dónde, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo deben operar los esquemas de prueba».
aseveró Josefina Muñoz.
Finalmente, los métodos de autenticación deben ser oficiales, acreditados y reconocidos a nivel mundial por los organismos correspondientes.
Esto es esencial para garantizar los hallazgos no solo sean creíbles, sino que también sean aceptados internacionalmente. No obstante, presentar a los consumidores evidencia verificada que respalde las afirmaciones de los productos alimenticios, podría ser la respuesta para mejorar la confianza cada vez menor por parte ellos.
Alimentos Vulnerables
Por último, la gerente de Multilab de SGS México destacó; los alimentos especialmente vulnerables al fraude en el país son los jugos de frutas, aceites, atún enlatado, leche, carne, vino y arroz.
Además de concluir que para determinar si existe algún fraude alimentario, se deben realizar evaluaciones con diferentes enfoques de producto como ingredientes y etiquetas, enfoques de procesos y aplicaciones de buenas prácticas de higiene y manufactura.
NotiPress /Fernanda Toscanaana