La costumbre de regalar huevos en Pascua tiene su origen en el siglo IV.
Diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos) han considerado el huevo como símbolo universal de la vida. Está relacionado con esta época de renacimiento primaveral en los países del norte.
Huevos, conejos y rosca de Pascua son rituales de costumbres rodeadas de magia y leyenda.
Eran regalos que se entregaban en los pueblos como agradecimiento a la madre tierra por su generosidad y además como una forma de desear felicidad, amor y prosperidad y buena salud en la nueva estación.
Desde Egipto a Roma, Babilonia o Cartago, durante la primera luna llena que seguía al equinoccio de primavera, tenían lugar rituales para ahuyentar a los demonios del invierno y conmemorar la fertilidad de la Tierra, encarnada en diosas de la fecundidad y la sexualidad como la griega Deméter o la romana Cibeles, la mesopotámica Istar o la fenicia Astarté. Todas ellas representaban a la madre Naturaleza, la vida y la fertilidad, así como la exaltación de la sexualidad y los placeres carnales.
Curiosamente, símbolos como el conejo y el huevo eran atributos de estas diosas.
Como tantos rituales paganos que luego fueron tomados por la Iglesia de los antiguos pueblos de la cuenca mediterránea.
En los países con tradición cristiana ortodoxa (Grecia, Ucrania, Bulgaria) se acostumbra aún a celebrar las pascuas con huevos decorados artesanalmente en familia.
En el siglo XII la Iglesia adquirió la costumbre de bendecir y regalar huevos como símbolo de resurrección a la salida de la misa de Pascua. Una costumbre que se ha mantenido hasta no hace mucho, especialmente en las zonas rurales, donde abuelos y padrinos entregan a los ahijados panecillos con dos huevos que se llevaban a bendecir.
En Grecia al salir de la iglesia el día celebración de pascua se reúnen los feligreses en la entrada y allí unos intercambian los huevos y otros los chocan con la mano con otro.
Luego continua esta celebración en casa.
La celebración de la Pascua: Los Pysanky, huevos decorados ucranianos.
En Ucrania la decoración de los huevos de pascua es una vieja tradición en la que participan los adolescentes y las mujeres de la casa. Los huevos decorados son usados para pedir deseos.
Al pintar un sol se pide buen clima; con las espigas de trigo, se expresa el deseo de una buena cosecha o de prosperidad. Según la leyenda, en el día de su nacimiento, una de las gallinas de su madre, puso un huevo blanco con puntos rojos.
Esto se interpretó como un buen augurio, de que el niño llegaría a ser emperador.
Así se inició la costumbre de que, más tarde, los romanos enviaban huevos colorados para felicitar a alguna persona. Museo del huevo se halla en Sabrodt, en Alemania, cerca de Spremberg.
Allí se presentan huevos de Pascua de todo el mundo. Su colección incluye desde huevos decorados magistralmente, verdaderas piezas de arte realizadas a mano, hasta otros huevos de juguete.
Ser Azul
Lic. ILeana Kostogianis-
Terapeuta Holística
Editora Ser Azul