De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), la obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Está catalogada como una enfermedad crónica que tiene un origen multifactorial en el que se involucran la genética, el estilo de vida y las características del entorno económico, social y familiar.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que en México 42 por ciento de los hombres de 20 años o más padecen de obesidad, por su parte, 37% de las mujeres lo sufren. En 2018 22% de niñas y niños con menos de cinco años tenían riesgo de padecer sobrepeso.
Novo Nordisk, a través de un boletín consultado por NotiPress indicó que hay una estrecha relación entre la obesidad, la depresión y ansiedad.
Estas dos últimas están asociadas con trastornos de la conducta alimentaria o distorsión de la imagen corporal.
La maestra Pilar Bautista, psicóloga cognitiva y psicoterapeuta contemplativa señaló: «actualmente vivimos en una sociedad ‘obesofóbica’ que estigmatiza a la persona con obesidad.
Esto trae consecuencias como baja autoestima, alteración en sus relaciones interpersonales, menos posibilidades de acceso a los mejores trabajos».
American Psychological Association (APA) informó que en un estudió se mostró el impacto de la obesidad en las mujeres, donde se asoció un aumentó del 37% en la depresión grave.
Asimismo, APA puntualizó en cómo la depresión puede causar y ser resultado de estrés, el cual puede causar cambios en los hábitos alimenticios y actividades.
Las causas de la obesidad no sólo se limitan a factores genéticos, señaló la maestra Bautista, influye el comer en exceso por periodos prolongados o tener un estilo de vida sedentario.
La psicóloga explica que la obesidad está muy ligada a la forma en qué se piensa y se siente. Los sentimientos negativos están reforzados por el estigma y discriminación de la las personas con obesidad, puntualizó la especialista.
Un trastorno asociado con la obesidad son los atracones, los cuales pueden provocar comer en exceso y dar como resultado un aumento de peso.
La psicóloga considera importante atender las emociones que llevan a la persona a comer en exceso. Asimismo explicó, las causas de los trastornos son complejas y diferentes de una persona a otra.
Comer en exceso tiene patrones adictivos y cuando una persona no tiene las herramientas psicológicas para enfrentar emociones desagradables percibe a la comida como un refugio.
Para tratar la obesidad es necesario que sea por medio de la intervención de médicos, nutriólogos, preparadores físicos y psicólogos. El producto final debe ser la reducción de peso, por medio de un tratamiento farmacológico o quirúrgico, fomentado un estilo de vida menos sedentario, promocionando la actividad física, cambio de hábitos de alimentación y manejo positivo de las emociones.
Respecto al abordaje farmacológico de la obesidad, el doctor Claudio Fiorentini, gerente médico de obesidad para Novo Nordisk México indicó:
«diferentes estudios han demostrado que cualquier pérdida de 5-10% del peso corporal con fármacos como los agonistas del receptor de GLP-1, mejora notablemente la salud de la persona con obesidad y reduce el impacto de las comorbilidades asociadas a ella […]».
De igual forma, la maestra Bautista añadió que es necesario para una persona atender, por medio de un psicólogo, las emociones que le llevan a comer en exceso.
Se puede iniciar el tratamiento psicológico desde casa para tratar la obesidad, partiendo de una mayor comprensión y compasión hacia uno mismo.
Identificar el motivo por el cual se ingiere alimento es necesario, así como reconocer las emociones desagradables son importantes para una pronta recuperación, explicó la psicóloga.