En la antigüedad, los oraculos guiaban el destino de los pueblos. Los poderosos los respetaban y no dudaban en consultarlos. Qué mensaje secreto encierran y cómo podemos descifrarlo.
Por Natalia Carcavallo
¿Por qué funciona un oráculo?
¿Necesitamos saberes especiales para usarlo en nuestra vida cotidiana?
¿Qué respuestas nos puede dar?
¿Cuáles son los prejuicios que debemos vencer a la hora de conectarnos con su potencia simbólica?
En tiempos de incertidumbre y en los que la necesidad de encontrar un sentido mayor se acrecienta, cada vez son más las personas que experimentamos con herramientas que trascienden la mente racional y nos ofrecen otro tipo de comprensión.
Hay un retorno a los lenguajes sagrados en busca de un entendimiento más profundo sobre aquello que estamos viviendo. La necesidad de tener una guía diferente nos impulsa a buscar otras respuestas para encontrar orientación sobre hacia dónde podríamos ir, cuál podría ser la actitud correcta a tomar para nuestro mayor bien y el de aquellos que nos rodean.
La comprensión que obtenemos a través de los símbolos, muchas veces nos ofrece amparo, alivio y una esperanza renovada para seguir andando.
Cuando logramos corrernos de la búsqueda del porqué y modificamos la pregunta, convirtiéndola en un para qué, nuevos sentidos aparecen y recobramos la potencia para dar un paso más hacia nuestro destino.
A esta confianza, algunos le llamamos Fe.
Astrología, Runas, Tarot, I Ching, son algunos lenguajes simbólicos que han vuelto a estar cada día más vigentes y que nos ofrecen soporte y guía en la búsqueda de sentido.
“La conciencia simbólica es una mirada diferente de la realidad, que nos permite interpretarla y enriquecerla.
Los mensajes y significados que traen pueden aportar a una transformación interior riquísima.
Creo que la humanidad entera está despertando con una rapidez increíble a esta nueva conciencia”.
Así lo afirma Ana Lía Ríos, una reconocida astróloga, especialista en mitología y simbología.
Consciente de la necesidad de muchos de buscar otras herramientas, hace unas semanas ha publicado el Oráculo Astrológico.
– ¿Para qué nos puede servir un oráculo y de qué manera podemos usarlo a nuestro favor?
– “A mi entender, un oráculo cumple dos funciones importantes.
La primera es una indicación que nos permite actuar en lo inmediato.
Puede orientarnos por ejemplo, si es un tiempo para avanzar o para detenernos, si es necesario cuidar algo que estamos gestando o soltarlo, si es un momento para socializar o recluirnos.
La segunda función es la de proponer un tema de reflexión, que sea importante en ese momento.
No se trata de una respuesta concreta y directa, sino un símbolo que guarda un mensaje oculto que podemos interpretar de una manera en un momento y de una forma diferente en otro. Ambos significados serán correctos y válidos, solo que en circunstancias diferentes”.
Un oráculo devela temas que debemos elaborar interiormente, no los soluciona. Nos indica por dónde ir para encontrar la salida, pero no recorre el camino por nosotros.
De la misma manera en que siempre lo afirma la reconocida Liz Green respecto de la astrología,
Ana Lía lo deja bien claro también para cualquier oráculo: “Las predicciones no son fácticas, son simbólicas”.
Además, cita un ejemplo: “Si en el Oráculo sale una imagen de un hombre muy abrigado nos está dando una indicación de que es un tiempo donde debemos estar protegidos.
Si en cambio, la imagen que ofrece el oráculo es la de una joven desnuda, se alude a una época donde es importante mostrarnos con autenticidad y sin resquemores. No se predice ningún hecho, pero sí una actitud correcta para el momento actual”.
Ana Lía Ríos, que además es Directora de Colección del área astrológica de la reconocida Editorial Kier afirma: “La predicción presupone un futuro inmodificable, algo que ya está escrito y nada que hagamos puede cambiarlo.
Sin embargo, un antiguo proverbio dice: ‘Carácter es destino’.
Es en esto en lo que creo. Si podemos modificar nuestro carácter y nuestra mirada de la vida, muchos hechos comenzarán a transformarse, también” afirma la autora.
– ¿Qué pasa con los prejuicios?
– Uno de los mayores prejuicios que hay que superar es el de la desconfianza, respecto a cualquier tipo de mancia.
La pregunta clave es: ¿quién responde en un oráculo? Cada uno tiene su creencia particular. Algunos piensan que a través de él, responden sus guías interiores, otros los ángeles, etc. Como yo soy astróloga, creo que el microcosmos (cada uno de nosotros) está interiormente sintonizado con el macrocosmos (el Uno), y que, si logramos tener una verdadera entrega y confianza, la respuesta que verdaderamente necesitamos, llegará. Por eso es importante que la consulta sea hecha en con seriedad y respeto. De esa forma, el oráculo siempre responde.
Si podemos modificar nuestro carácter y nuestra mirada de la vida, muchos hechos comenzarán a transformarse. Ana Lía Ríos
El oráculo.
“Decidí publicar este es un oráculo porque trabajo con él desde hace más de 20 años y creo que puede ser útil para dar una rápida orientación y para develar un tema personal que sea necesario trabajar interiormente en un momento determinado. Cualquier persona puede usarlo para su guía personal y/o como complemento en una consulta astrológica, psicológica o cualquier otro tipo de terapia de autoconocimiento”, cuenta Ana Lía.
“Se originó a principios del siglo XX y se llama Oráculo Astrológico porque nos ofrece una imagen simbólica para cada uno de los 360 grados de la rueda zodiacal. Mi trabajo consistió en escribir una corta explicación o guía, para descifrar estos símbolos y para que quien lo consulte se sienta acompañado por mis reflexiones y pueda también encontrar en él su propia interpretación sin necesidad de un conocimiento previo”, explica.
Sobre cómo interpretar el oráculo, la autora afirma:
“Es importante es tener la mente abierta para que la racionalidad no nos limite. El mundo simbólico no funciona con el razonamiento lógico, sino con la ayuda de la intuición y de la imaginación. Frente a una imagen, es necesario soltar los preconceptos y dejar que el símbolo resuene en nuestro interior y que fluyan las emociones espontáneamente.
Todo ese material es riquísimo para “trabajar” interiormente el símbolo que salga en una tirada. No aconsejo hacer varias tiradas simultáneamente, sino una por vez. Puede ser una por semana o una por mes, en cada luna nueva.
Algunas personas lo hacen cada mañana, antes o después de meditar, porque les aporta un consejo significativo para ese día que les resulta interesante.
“En algunos momentos, un oráculo puede ser un amigo cariñoso que nos respalda. En otros, puede actuar con rudeza, mostrándonos partes nuestras que nunca hubiésemos querido reconocer. Cuanto más los usemos, nos iremos dando cuenta de que, en realidad, funciona como un espejo que sólo nos devuelve una imagen de nuestro inconsciente en el momento que hacemos la pregunta y una guía para nuestro auto conocimiento.
Si utilizamos un oráculo con frecuencia podremos ingresar al misterioso mundo del lenguaje simbólico y quizás nuestra vida pueda cobrar así una dimensión desconocida hasta ese entonces”, concluye la astróloga.
Natalia Carcavallo
wetoker.com