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“Pides y se te dará”

“Pides y se te dará”, ¿una fórmula que funciona siempre?
Si bien la fuerza de pedir existe y da sentido a nuestros deseos,
no hay una ley que garantice “si lo quiere, lo tienes”.
Por Natalia Carcavallo

 

La explosión de la New Age y la necesidad de encontrar respuestas inmediatas a nuestro sufrimiento, pervirtió algunas de las enseñanzas más profundas y nos hizo creer que “Pide y se te dará” funcionaba para conseguir tres millones de dólares en nuestra cuenta, la casa de nuestros sueños, o un ascenso en nuestro trabajo.

El boom editorial de libros como El secreto ha banalizado nuestro poder creador.

Claro que somos creadores de nuestra vida y podemos elegir qué hacer con lo que se nos ha concedido, pero ¿por qué a veces esto no funciona?

Toda esta bibliografía simplifica y convierte las verdades sagradas en una receta de rápida aplicación sin advertirnos que crear nuestra vida tiene un proceso más profundo. No se crea desde el Ego.

¿Cómo sabe nuestro pequeño Yo qué es lo mejor para nosotros? ¿Qué podemos decidir desde la razón y desde nuestros cambiantes deseos cotidianos? La mente es una maraña de pensamientos simultáneos y el ego descontrolado tiene deseos que saltan de un lado a otro sin pausa. Si todo lo que creemos que deseamos se manifestara, ¿no sería un caos? Si todos nuestros pensamientos superficiales tuviesen impacto inmediato ¿qué sucedería en nuestras vidas?

Sin embargo, los mantras, los sutras, las oraciones sagradas y nuestros pedidos bien realizados pueden tener respuesta.

Nuestros pedidos bien realizados pueden tener respuesta.
Nuestros pedidos bien realizados pueden tener respuesta.

Cómo se hace un pedido

Un pedido bien realizado es aquel que surge desde el sentimiento de nuestro corazón, como si ya estuviese concedido y manifestado. Se reza desde la gratitud y desde la aceptación, desde la entrega. Es algo que la física cuántica ya ha ratificado en todas sus bastas teorías sobre cómo el observador influye en la realidad y cómo nuestras emociones transforman la materia. Y es algo que la metafísica ha repetido por siglos: “Gracias padre porque ya me has escuchado”. Así terminan las oraciones propuestas por Conny Méndez, para citar a la reconocida referente y autora de tantos libros necesarios.

“Bendigo el bien en esta situación y quiero verlo. Gracias Padre porque ya me has escuchado”. Esta es una de las oraciones más habituales para todos los practicantes. Justamente, encierra este significado de entrega. Alguien o algo que sabe más que nosotros qué es ese “Bien” podrá ayudar a que algo mayor se materialice o se sane. Y esto siempre está en resonancia con el bien común.

Gregg Braden es científico y una de las voces más reconocidas en el mundo de la ¿nueva? concepción espiritual. Es autor de La Matriz DivinaLa Curación espontánea de las creencias y Resiliencia desde el Corazón, ,entre otros libros

El propone el Quinto Camino de Oración. Se refiere a una forma de rezar basada en la “tecnología del sentimiento humano”. “Debemos sentir que la oración fue escuchada. Rezar desde la angustia o desde la desesperación lleva nuestras plegarias a una frecuencia en donde las respuestas que necesitamos no llegan”, afirma.

En uno de sus muchos libros publicados dice que de nada sirve tomarse diez minutos en el día para orar y luego seguir con nuestras vidas. El pedido debe ser parte de nosotros y con el acompañamiento del sentimiento. El sentimiento es el lenguaje al que sí responde nuestra capacidad creadora. La oración es respondida si se realiza desde una buena emoción y con la guía y dirección del pensamiento, de uno más profundo que aquellos que tenemos sin control.

Gregg Bradden ha tomado muchas enseñanzas de los antiguos esenios como el llamado Efecto Isaías: “Cualquier resultado que podamos imaginar, y cada posibilidad que seamos capaces de concebir es un aspecto de la creación que ya ha sido creado y existe en el presente como un estado ‘dormido’ de posibilidad”.

Él asegura que no hay que enviar plegarias a ningún lado y que basta con sentir eso dentro de nosotros. De esta manera “eso” existe como potencial en el Todo. “En lugar de concebir a la plegaria como algo que realizamos de vez en cuando, con la intención de cambiar nuestro entorno por un instante, se puede redefinir la oración como la forma en la que sentimos en nuestras vidas. De esta manera, como en todo momento expresamos sentimientos, nuestra vida se transforma en una plegaria”

Dime qué pides y te diré cómo orar

Margaret Poloma, profesora de sociología de la Universidad de Akron, Ohio, analizó las formas de orar y las clasificón en 4 tipos de oración

Coloquial: cuando pedimos un favor simple e inconsciente. Ejemplos: que venga el colectivo, que me llame, que Boca meta un gol y otras trivialidades.

Peticionaria: un pedido específico basado en la carencia de algo, o proveniente de la lógica. Es una forma de orar que necesita respuesta del afuera. Es más consciente. En esta categoría se incluyen los decretos que propone la Metafísica u otras ramas del conocimiento esotérico.

Riitualista: todas aquellas que son hechas a partir de ceremonias como encender velas, poner fotos, rezar un Rosario, repetir 108 veces un mantra y cualquier otra que conlleve pasos a seguir determinados.

Meditativa: es aquella en la que no usamos palabras. Tomamos conciencia de nuestro presente, logramos acallar la mente y reconectamos con nuestra paz, con la unión con el todo o cualquier otra cosa que suceda en ese estado. A veces se reciben mensajes, visiones o se clarifica la respuesta correcta que necesitábamos sobre algo.

Mantras y Sutras, rezos que nos elevan y nos transforman

Deepak Chopra ha escrito docenas de libros sobre meditación y rezos de mantras y repeticiones de Sutras. Gracias a su divulgación, Occidente cada vez realiza estas prácticas con mayor conciencia.

Mantra está en sánscrito y significa instrumento para la mente. Es un sonido o vibración que al repetirsepermite acallar nuestra mente bulliciosa. Cuando la mente hace silencio, el mantra permite que entremos en esos espacios que están entre los pensamientos. “Mientras repites el mantra, se crea una vibración mental que permite a la mente experimentar niveles más profundos de conciencia”. Es en estos estados donde los pensamientos y las preocupaciones desaparecen.

En Sincrodestino, Chopra explica la diferencia entre un Mantra y un Sutra.
“Un sutra es un mantra con significado.
El mantra en sí mismo no significa nada; es solo una vibración, un sonido. Se convierte en sutra cuando hay una intención codificada en el sonido.
Sufra es una palabra en sánscrito que deriva de la voz latina ‘sutre’.
Esta es la raíz de la palabra castellana ‘su-turar’, que significa ‘unir con costura’.
Un sutra es literalmente un zurcido en el alma, un zurcido de intención.
Tanto los mantras como los sutras nos permiten trascender a una conciencia más profunda. Puedes utilizar el mantra ‘so-hum’ para trascender y después una palabra, un sutra, para sembrar una intención particular en tu conciencia Los mensajes de los sutras son simples y complejos al mismo tiempo”.

Dios, Krishna, Buda, Matriz Divina, el Todo, la Naturaleza, El Universo, Lo Sagrado.
Cada uno puede rezar o invocar cualquier concepto o energía que sienta sagrada y superior.
El físico Garnier Malet, autor de la teoría del Desdoblamiento del Tiempo, propone conectar con nuestro doble que es aquel que existe en otra frecuencia y en otro tiempo, en el que puede buscar cuál es el mejor potencial para nosotros.

Le entregamos aquello que no podemos solucionar a “alguien que sabe más que yo” que es conveniente manifestar en mi vida hoy. En concordancia con Braden también afirma que es indispensable entregar aquello que nos hace mal en un estado de confianza plena, no desde el sufrimiento y la carencia.

Todo es valioso y posible solo si lo hacemos con verdad, y recuperamos ese sentimiento de bienestar y aceptación, de confianza en algo superior a nosotros mismos que va a facilitar el acontecer de la vida para nosotros y para el bien común.

De eso también es la fe.

Por Natalia Carcavallo

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