Sabías que algunos animales son considerados legalmente personas no humanas?
Declararon a los animales «personas no humanas» en Francia. Causas judiciales en varios países abren una nueva vía en el reconocimiento de los derechos de los animales.
Aqui el video con el Informe de Guadalupe Vázquez en #LoQueElDíaSeLlevó, con Francisco Olivera, por LN+
Durante la Edad Media, la presencia de animales en los juzgados era frecuente.
El historiador Michel Postoureau ha documentado unos 60 casos, entre ellos el proceso en Francia en 1386 contra una cerda que se había comido el brazo de un niño.
Fue ajusticiada, pero el detalle impresionante es que compareció vestida de hombre y fue tratada como tal.
Ahora los animales están volviendo a los tribunales en circunstancias muy diferentes, aunque con un objetivo similar: ser tratados como personas.
You might have recently seen caretakers Mathieu and Patrick’s amazing #selfie with female orphaned gorillas Ndakazi and Ndeze inside the Senkwekwe center here at Virunga. Is it real? Yes! Are these gorilla gals always this cheeky? Yes! #gorillaselfie pic.twitter.com/jINBr8HXx7
— Virunga NationalPark (@gorillacd) 22 de abril de 2019
Esta foto se tomó en #VirungaPark, en la República Democrática del Congo.
Las gorilas Ndakazi y Ndeze posan junto a sus cuidadores Mathieu y Patrick.
Varias asociaciones están abriendo causas en Estados Unidos y América Latina en las que reclaman que los grandes simios reciban el título de «personas no humanas».
Una juez de Buenos Aires acaba de reconocer ese estatuto a una orangutana llamada Sandra, recluida en un zoo. La semana pasada se presentó en Nueva York un caso de habeas corpus a favor del chimpancé Tommy.
Son procesos que buscan abrir una nueva era en los derechos de los animales.
Cuando se habla de personas no humanas se suelen identificar a los orangutanes, chimpancés, gorilas y bonobos, entre otros.
Pero existen grupos que consideran personas no humanas a animales
como los delfines o las ballenas
«Persona no humana» puede parecer un concepto extraño, o incluso disparatado, pero la clave es que busca considerar a algunos animales como sujetos, no sólo como objetos de derechos.
La sentencia argentina mantiene que Sandra es «un sujeto no humano titular de derechos fundamentales» y que «como un sujeto, su cautiverio y exhibición viola los derechos que ella titulariza, aunque se le alimente y no sea tratada con crueldad».
El abogado estadounidense Steven M. Wise, presidente del Nonhuman Rights Project, la organización pionera en este tipo de procesos, explica: «Ser una persona no humana representa que tienes derechos. Existe una división jurídica fundamental entre cosas y personas: nuestro objetivo es derribar el muro que deja a los animales del lado de las cosas, tienen que conseguir ser considerados personas y estar protegidos». Wise ha llevado el caso de Tommy y de otros tres chimpancés en EE UU. >> leer mas
Persona no humana. Wikipedia
Causas judiciales en varios países abren una nueva vía
en el reconocimiento de los derechos de los animales.
Se conoce como persona no humana a la propuesta de creación de una figura jurídica postulada para ser concedida a ciertas especies de animales que demuestran poseer elevadas capacidades cognitivas y notable inteligencia, en comparación con el resto de las especies.
Está especialmente diseñada para intentar proteger los derechos de los chimpancés, orangutanes y restantes grandes simios.
Ya en varios países se han abierto causas judiciales basándose en este concepto.>>leer en Wikipedia
La lucha por el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciertas especies lleva años librándose.
Y con cada batalla, parece que su fin está un poco más cerca de un final feliz.
¿Dónde comienza y acaba una persona?
No hablamos de algo físico, sino de los derechos y emociones.
¿Qué hace que un animal como un primate homínido se desbanque del resto de especies y luche por unos derechos especiales?
Normalmente esta diferencia, grosso modo, se la atribuimos a las capacidades cognitivas y emotivas como la inteligencia, la empatía…
Y a medida que vamos aumentando nuestros conocimientos sobre el mundo que nos rodea nos percatamos de que ahí fuera, algunos animales se parecen a lo que nosotros consideramos «humano» de lo que creíamos.
Y aunque están amparados bajo las leyes de protección animal, ¿y si no fuera suficiente?
Tal vez es hora de considerar una revisión profunda de lo que estimamos como «persona».
Tal vez es hora de crear una nueva figura ética, social y jurídica.
Tal vez es hora de darle la bienvenida a las personas no humanas.
¿Qué son las personas no humanas?
Consiste en una figura jurídica para defender los derechos de especies
con elevadas capacidades cognitivas y gran inteligencia
Vayamos al grano. El concepto de personas no humanas es mayormente jurídico.
Una figura nacida para defender los derechos de especies con elevadas capacidades cognitivas y gran inteligencia.
Cuando se habla de personas no humanas se suelen identificar a los orangutanes, chimpancés, gorilas y bonobos, entre otros. Pero existen grupos que consideran como personas no humanas a animales como los delfines o las ballenas.
La consideración de personas no humanas, como explicábamos, está relacionada con las capacidades cognitivas. A medida que entendemos mejor a los animales, comprendemos sus necesidades.
Por ejemplo, sabemos la capacidad individual de procesar información y usarla en su beneficio, la toma de conciencia de sí mismo, la empatía y las emociones demostradas en muchos de los animales nombrados.
En este sentido, se parecen muchísimo a nosotros.
¿Qué los diferencia, entonces?
¿Una cuestión meramente genética?
¿Intelectual?
¿Dónde están los límites?
Las cuestiones no son sencillas de resolver.
Derechos insuficientes
Actualmente los animales están protegidos por la ley de forma local.
Cada país, cada región, acata unas normas de protección fundamental que velan por los derechos de los animales. Sin embargo, dichas leyes son muy heterogéneas. Cada lugar tiene sus propias reglas e interpretaciones.
Casi todas las leyes promueven un buen trato, obligación de mantenimiento, etc.
Pero también es cierto que estas leyes están orientadas a la propiedad.
Pero los animales no son cosas. Son seres vivos.
En el caso de mamíferos superiores, las necesidades, sentimientos y capacidades están muy por encima que la de «las cosas». Por ejemplo, es notable el comportamiento de chimpancés y orangutanes, los cuales pueden aprender a hablar mediante lenguaje de signos con los seres humanos.
Los delfines también han demostrado la capacidad de comunicarse con nosotros, así como otros rasgos cognitivos «elevados» (altruismo, placer, duelo, alegría, crueldad, curiosidad…).
Tratar a un animal con estas capacidades como si solo fuese una cosa con «necesidades» provoca el sufrimiento del animal. Por eso, los derechos de los animales a veces se muestran notablemente insuficientes.
De ahí surge la idea de elevar el estatus de algunas especies a personas no humanas.
De esta manera, dichos animales obtendrían, al menos, tres derechos fundamentales: derecho a la vida, a la libertad y a no ser maltratados ni física ni psicológicamente.
La gran guerra
Somos una especie acostumbrada a quitarle los derechos fundamentales a miembros de nuestra propia especie.
No obstante, la guerra por el reconocimiento de las personas no humanas todavía está lejos de acabarse.
Ya existen precedentes jurídicos importantes.
Entre ellos algunas acciones legales en Argentina y México.
También en España, algunos países de Europa e, incluso, Estados Unidos.
Con cada acción particular es una pequeña batalla cuya finalidad es considerar a estos animales, personas no humanas, como sujetos de derechos y no objetos.
Pero todavía queda mucho que hacer.
No por nada somos una especie acostumbrada, incluso, a quitarle los derechos fundamentales a miembros de nuestra propia especie. El tiempo dictará en qué clase de especie queremos convertirnos.> leer más