Es un excelente complemento para tratamientos tradicionales. Este grupo de voluntarios acompaña y ofrece una posibilidad de bienestar de cuerpo, mente y corazón en hospitales públicos, centros de tercera edad y Ongs dedicadas a ayudar a los otros.
Reiki al servicio se formó hace más de ocho años con un propósito: ofrecer a los que más necesitan la posibilidad de recuperar su bienestar y de sentir calma en su cuerpo, en su mente y en su corazón.
Más de 60 personas conforman este voluntariado que ha ayudado a cientos de personas a llevar adelante sus procesos de recuperación de la salud con mayor armonía, paz, y fortaleza en su espíritu.
Si una persona está más relajada, mas dispuesta y más abierta todos los fármacos que se le indiquen van a ser mejor recibidos y generarán efectos más rápidamente.
Actualmente ofrecen sesiones de Reiki en 13 centros en CABA, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. En general en hospitales públicos, centros de tercera edad y Ongs dedicadas a ayudar a los otros.
Las sesiones de reiki se realizan a los pacientes, y se les ofrecen también a sus familiares que acompañan a los enfermos, al personal que es parte de cada institución y por supuesto a los médicos.
“Cuando los profesionales de la salud experimentan los beneficios de reiki sugieren estos tratamientos de sanación complementaria a sus pacientes con más confianza. A muchos de ellos les resulta extraño y de mínima, interesante, que ante una misma patología y medicación, la persona responda de forma tan diferente cuando se le aplica reiki”,
afirma Adriana Ginatto.
Ella es maestra de Reiki Usui y Tibetano desde hace más de una década y contadora de profesión. Es coordinadora de Reiki al servicio y testigo privilegiado de la mejoría y la recuperación del bienestar en los pacientes y en su entorno cuando se recibe una sesión. “Si una persona está más relajada, más dispuesta y más abierta todos los fármacos que se le indiquen van a ser mejor recibidos y generarán efectos más rápidamente” explica.
“La participación de los voluntarios en los centros de salud se está ampliando. Tiempo atrás no era sencillo ofrecer Reiki en un hospital porque la medicina occidental no enseña esta terapia aunque está recomendada por la OMS”, agrega Adriana Ginatto que también es embajadora de paz y parte de la organización Meditación Masiva.
Desde hace unos años, Reiki está ratificado por este lado del mundo también como una herramienta de gran valor para el manejo del dolor por la Organización Mundial de la Salud. No tiene contraindicaciones y es compatible con cualquier terapia o tratamiento. En muchos casos, acelera los procesos de sanación, las dosis de los medicamentos se disminuyen y los pacientes que reciben las sesiones gozan de menores efectos colaterales. La calidad de vida aumenta y la recuperación de la enfermedad se transita de otra manera.
Tiempo atrás no era sencillo ofrecer Reiki en un hospital porque la medicina occidental no enseña esta terapia aunque está recomendada por la OMS.
En España, las sesiones de Reiki están extendidas en hospitales y clínicas. Países como Alemania, Inglaterra y Japón lo incluyen dentro de su sistema sanitario como complemento de otros tratamientos. En Estados Unidos, más de mil hospitales ofrecen Reiki. En Nueva York muchos profesionales que son parte de los servicios de emergencia tienen la iniciación para poder tratar a quienes lo necesitan.
“Nunca fue una terapia alternativa”, aclara Ginatto. “Hace años se consideraba a Reiki como una terapia complementaria. Ahora, gracias a las experiencias satisfactorias y significativas de tantos años y de la apertura que está sucediendo, forma parte de las terapias integrativas. Reiki equilibra el cuerpo físico, mente y emociones. Llega a un equilibrio total del ser humano por efecto acumulativo” explica.
Reiki, energía vital universal
Para empezar a comprender que es Reiki, podemos separar este concepto en dos partes. Ki es la energía de vida que está y fluye a través de todos los seres vivos, el planeta y el Cosmos. Para los chinos se llama Chi o Qui, los Hindúes la conocen como Prana. Rei describe el aspecto espiritual de la energía, la conciencia y la sabiduría superior.
Quien quiera profundizar en su origen y en la recuperación de este saber, puede leer la historia de Mikao Usui y su discípula Hawayo Takata.
La información sobre Reiki está disponible en la web y en cientos de libros publicados.
Es mucho más que una imposición de manos.
Con Reiki en un segundo nivel podemos trabajar con símbolos de sanación ayudando a quienes no están presentes, situaciones del pasado y muchas otras posibilidades.
Básicamente, para poder ser reikista, la persona debe ser iniciada por un maestro que abra, limpie y equilibre los canales de sus manos por donde esta energía pasará. Se debe practicar en uno mismo y en lo posible aprender la teoría para darlo con una mayor conciencia de lo que estamos haciendo.
No se involucra nuestra energía humana. Los reikistas solo son canales.
En una sesión tradicional la persona que da Reiki coloca sus manos en determinadas posiciones desde la cabeza hasta los pies. “De todas formas, la energía va hacia donde se necesita independientemente de que realicemos todas las posiciones”, explica Ginatto.
Además aclara: “Nosotros no diagnosticamos, no prometemos, ni ofrecemos una solución inmediata. Somos solo vehículos. Esto no es magia.
Es una energía bioelectromagnética que ayuda al bienestar del otro, a recuperar su equilibrio y a vivir mejor. Y sirve para todo aquello a lo que lo querramos aplicar: plantas, objetos. Animales, alimentos, piedras, situaciones y demás”.
Los niños pueden hacerse el autotratamiento. Para Adriana es un placer darles cursos de Reiki porque comprenden en tres horas conceptos que a los adultos les lleva días.
Les fluye naturalmente.
Todos podemos ser voluntarios.
“Todos pueden recibir y dar Reiki. En nuestro grupo de voluntarios son bienvenidos todos los reikistas de todas las escuelas, de todos los linajes y de cualquier nivel.
Cada tanto abrimos a una convocatoria a través de nuestras redes sociales, pero hay mucho de nuestro compromiso y acción que se extiende a través del boca en boca”, cuenta Ginatto. Ella es muy contundente en sus afirmaciones cuando dice que Reiki no es sugestión, no es magia ni es un milagro. No hay que creer en nada. Hay que experimentarlo.
La persona empieza a sentirse más relajada y mejor.
En muchos casos se da cuenta de que las mismas situaciones que atraviesa ahora a no le causan estrés.
Su equilibrio la ayuda a sostener los procesos de recuperación de una forma más sana.
“Yo creo que es algo similar a la historia del Bambú.
Su semilla tarda años en crecer. Algo está sucediendo dentro, pero no se ve.
Sin embargo, cuando emerge de la tierra en menos de seis meses puede crecer hasta 30 metros y se convierte en la caña más dura”
Para contactarse con Reiki al servicio es posible hacerlo a través de su FB
Por Natalia Carcavallo
www.wetoker.com