Daniel Colombo y Nicolás Iglesias reflexionan sobre cómo encarar este encierro preventivo desde otra perspectiva y comparten técnicas sencillas de reinvención para limpiar la mente y avanzar.
Por Natalia Carcavallo
Reinvención
Hay muchas personas que dedican lo que saben y lo que son a acompañar a muchos más en su camino de desarrollo personal, a que puedan descubrir nuevas herramientas para gestionar su proyecto de vida y a redireccionar su propósito y a encontrar un nuevo norte cuando la brújula interna desvaría y nos exige que reacomodemos las coordenadas del camino.
Uno de ellos es el reconocido Master coach argentino Daniel Colombo.
En gran medida se dedica a ayudar a empresas en su proceso de reinvención.
En ese ámbito, se llama innovación, pero él trabaja este proceso en un sentido más amplio, ya que indaga en cómo agregar valor a lo que venimos haciendo.
“Necesitamos conectar con el propósito y con el legado que queremos dejar en el mundo a través de lo que realizamos”.
Le pedí a Daniel que nos comparta una herramienta que él utilice sobre sí mismo para atravesar estos tiempos de incertidumbre en eje y con el mayor equilibrio posible.
“Lo que yo hago en todo momento del día es agradecer.
El agradecimiento es una práctica interna, sencilla y de alto impacto. Agradezco en mi mente y en mi corazón todo lo que voy viviendo, lo que tengo y cada desafío que se me presenta. A la noche, justo antes de dormir, hago un balance de gratitud del día (puede ser también que lo escriba en una libreta a modo de diario de gratitud). Poder hacer esto me produce un efecto de descompresión y de conexión con la esencia y la naturaleza de las cosas. Me ayuda a equilibrar las emociones, a fluir mejor y a dejar de oponerme o resistirme a los acontecimientos”.
Cuando logramos conectar y reconocer esas múltiples dimensiones, el proceso de reinvención
(irse a vivir solo, conseguir un nuevo trabajo, iniciar un negocio propio)
es una posibilidad que se puede desarrollar y potenciar.
Una de las cosas que Daniel enseña en sus cursos, seminarios y a través de todas sus redes sociales es a desarrollar la capacidad de reinvención de uno mismo más allá de la dimensión de la personalidad.
“Todos los seres humanos tenemos una enorme capacidad de reinventarnos. La mayoría de las personas suele verse en una sola dimensión (“yo sé hacer esto”, “yo soy esto”); sin embargo, esa es una frontera de la mente basada en creencias limitantes y paradigmas que quizás no permiten que alguien avance. En esencia, somos seres multidimensionales.
Estamos diseñados y preparados para hacer una multiplicidad de cosas, en consonancia con lo que somos en esencia. Por eso cuando logramos conectar y reconocer esas múltiples dimensiones, el proceso de reinvención (irse a vivir solo, conseguir un nuevo trabajo, iniciar un negocio propio) es una posibilidad que se puede desarrollar y potenciar.
Daniel también nos comparte una herramienta sencilla y de rápida implementación con la que nos podemos ayudar en este tiempo de encierro para frenar los pensamientos recurrentes o las reacciones “en automático”.
Se llama Técnica Stop de Tim Galaway y consta de estos 4 pasos.
1 S. Stop: Detenerse, no actuar. Frenar
2 T . Think: (Pensar): Verificar de dónde viene el impulso, pensar si lo puedo asociar con alguna otra cosa de mi vida, pensar alternativa.
3. O Observar: Mirar en perspectiva ese asunto que me inquieta. Cambiar de posiciones y distanciarme emocionalmente de lo que me pasa.
4. P Proceder: Retomar la acción desde una elección/decisión que tomó en base a este proceso Stop (no desde la reacción original).
Otro de los referentes argentinos que invierte su saber en acompañar personas, empresas y procesos es Nicolás Iglesias.
A través de la práctica y del entrenamiento de la mente podemos lograr estados internos diferentes y accionar de nuevas formas en el mundo exterior. La toma de decisiones y el tránsito por la vida cotidiana en muchos de sus aspectos se modifica cuando iniciamos una práctica interna y nos vamos desarrollando en una nueva dirección junto con ella.
Nuestra perspectiva cambia cuando logramos empezar a ver lo que nos pasa de manera individual y colectiva como una oportunidad.
Nicolás nos comparte también una práctica sencilla para incorporar a nuestra vida, con la que podemos comprometernos y apreciar cómo esta simple acción va generando impacto en cada uno de nosotros.
“Nuestra perspectiva cambia cuando logramos empezar a ver lo que nos pasa de manera individual y colectiva como una oportunidad.
Si logramos empezar a entrenar esta visión sobre el presente algo empieza a cambiar.
Luego, podemos habilitar un segundo paso y sostener la pregunta ¿es una oportunidad para qué?”, explica.
Suena sencilla y obvia, pero es un ejercicio revelador que irá profundizándose a medida que vayamos entrenando.
“Es necesario que la práctica de la observación sobre este tiempo como oportunidad sea permanente.
La podemos realizar varias veces al día. De a poco, se convertirá en algo más que un pensamiento y podremos llevar la sensación y la emoción que esta idea nos genera, mucho más allá de la mente”.
“Quiero que esto pase”
Iglesias asegura que es fundamental aprender a silenciar el grito interno que emerge en nuestros momentos de desesperación.
“Sostener ese pensamiento nos daña”.
Cada vez que aparecen frases como “esto es lo peor que me pasé”, “quiero mi vida de antes” “¿cuándo va a volver todo a la normalidad?”, nos impedimos transitar este tiempo con otra conciencia.
“Es necesario empezar a bajarle el volumen interno a la urgencia, al drama, y no responder al impulso de salir corriendo a hacer algo.
Nos ayuda más de lo que creemos, suspender las especulaciones, las ideas sobre conspiraciones, la futurología del caos, y si esto que nos sucede hoy es casualidad o causalidad. Todo esto es basura”, explica.
Si bien no hay recetas, comparte su modo de vivir este tiempo:
“Lo que a mí me sostiene para navegar estos días es la práctica permanente de pensar sobre esto como una oportunidad.
Cuando logro conectarme con esa percepción de la realidad, puedo hacerme la segunda pregunta.
¿Es una oportunidad para qué?
Si lo único que queremos es volver a la normalidad, entonces todas las vidas que se llevó este virus no sirvieron para nada.
Ojalá que no volvamos a la normalidad y que logremos crear una nueva, diferente, apoyada en otros valores, todos los que emergerán después de esta cuarentena”.
Nicolás que trabaja con Mindfullness en ámbitos reconocidos y ofrece su conocimiento también en talleres y en sus redes asegura que hay que trabajar en estos pensamientos de la misma forma en que se ejercitan los músculos, al igual que hacemos flexiones o abdominales.
¿Una oportunidad para qué?
Para que esto comience a hacer sentido, esta pregunta tiene que interpelarnos de forma auténtica y permitir que sigamos haciendo otros cuestionamientos fundamentales:
¿Estamos viviendo la vida que queremos?,
¿Estamos teniendo las conductas internas que queremos tener?,
¿Quiero compartir mi tiempo con las personas que hoy me rodean?
Estas preguntas son un buen inicio. También sirve mucho crear una dieta diaria de conductas, de estímulos, de información, de amigos.
“Lo dicen todas las enseñanzas sagradas No hay crecimiento sin dolor.
El remedio más amargo es el que mejor te cura. Necesitamos darles la bienvenida al dolor y a la amargura de este remedio.
Pero podemos tomarlo con una sonrisa por más amargo que sea si tenemos la conciencia de que nos estamos curando”, reflexiona.
“Siempre podemos pensar en la metáfora de la semilla y darnos cuenta de que nosotros también, para poder germinar y dar fruto, primero tenemos que explotar. Si la semilla se queda dentro de la cascarita no puede dar nada. Necesita explotar para convertirse en otra cosa. Es como la metamorfosis de la mariposa”
La Naturaleza nos enseña sobre los procesos evolutivos de forma permanente. Solo debemos detenernos a observar y a confiar en los procesos que van más allá de nuestra pequeña humanidad.
Natalia Carcavallo
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