Estabilidad y prosperidad a través del trabajo comprometido son dos patrones energéticos que nos propone el recién estrenado Año del Buey ¿Qué ciclo dejamos atrás? ¿Cómo se presenta lo que viene?
Por Natalia Carcavallo
Año del Buey
El viernes, se inició un nuevo ciclo energético: El Año Nuevo Chino, que será regido por el Buey.
Se retira, al fin, todo aquello a lo que fuimos convocados por la inquieta Rata, con su energía escurridiza e intrépida.
Ahora, llega el voluntarioso buey, tenaz y emocionalmente estable. La energía que nos contendrá describe un período que muchos ansiamos: previsibilidad y paz luego de un año de tanto aprendizaje.
La figura del Buey dentro de la astrología china, representa la prosperidad alcanzada a través de la fortaleza y el trabajo.
Una persona nacida bajo este signo astrológico será digna de confianza, tranquila, tenaz, trabajadora y metódica.
En la antigua religión egipcia, el buey ocupaba un lugar determinante: Apis, de aspecto bovino, era el dios de la fecundidad.
Así lo escribe Patricia Traversa, una de las personas que más sabe sobre la sabiduría oriental y que tiene un don extraordinario para traducir las enseñanzas milenarias a nuestra cultura occidental.
Patricia, además, es una de las pioneras en enseñar a cientos de personas feng shui como herramienta de autoconocimiento y como un saber que puede acompañar cambios fundamentales en nuestra vida.
“Desde una óptica psicoespiritual, el buey simboliza la mansedumbre de quien ha podido dominar las irracionales fuerzas de su propio interior. Así, para el taoísmo, el buey evoca al ego; el sabio Lao Tzu suele ser representado montando un buey, significando con ello que el esfuerzo y la sabiduría práctica dominan al ego y que el esfuerzo virtuoso da sus frutos. En el Feng Shui, conocimiento milenario chino que busca armonizar a las personas con el entorno, se considera muy auspicioso a este animal, con reputación de conceder deseos. Entre sus cualidades resaltan el altruismo, la disciplina, la gratitud, la diligencia y la lealtad”, describe Patricia.
¿Qué nos pide el buey?
Con su talento para traducir símbolos, enseñanzas y patrones, Patricia sintetiza lo que el 2021 puede significar de esta forma: “La energía de este año nos pide ante todo encontrar un surco de acción que nos reorganice a través de la perseverancia, la solidaridad y la claridad mental. El mundo ha cambiado sustancialmente y las miradas hacia nuestra vida también. Por eso, este año no se trata tanto de lo que esperás de la energía del Año del Buey sino de lo que ella espera de cada uno de nosotros”.
Luego de un 2020 que desmanteló estructuras, el 2021 nos pide volver a construir, para eso se requiere disciplina en un nuevo orden. La capacidad de organización es un gran valor que cuando se aprende, nos acompaña en varios aspectos de la vida. El orden es indispensable en cualquier proceso de llevar a cabo fluidamente un objetivo. Adicionalmente, nos brinda eficiencia, serenidad, claridad mental y confianza.
“Mantengan el orden adentro y afuera de casa”, nos advierte el buey.
“Desde mis enseñanzas del Feng Shui y la Decodificación Ambiental, aliento siempre a habitar casas que ayuden a la organización interna de las ideas, los proyectos y al equilibrio de las emociones. La casa ocupó un lugar protagónico durante el 2020, no quedó otra opción que quedarse adentro y escuchar lo que tenía para decirnos de nosotros mismos. La tendencia indica que los hogares se convertirán en escuelas y oficinas de tiempo parcial, a la vez que podremos descuidar en absoluto su rol protagónico de nuestra energía vital”, explica Patricia que en este momento y en consonancia con los desafíos por venir está por iniciar una capacitación en Feng Shui y decodificación ambiental.
Cuando los años terminan, dejan resultados que medimos en términos de aquello que nos hizo o no felices. Patricia Traversa está segura de que en estos tiempos, “es fundamental que nos atrevamos a cambiar la vara y evaluar también aquello que nos enseñó a ser creativos y nos mostró nuestra fortaleza para salir de las dificultades. Aprender también a rescatar las situaciones que nos mostraron errores o desafíos pendientes. Estos son los frutos que con el paso del tiempo tienen mayor rendimiento”
“Este año, más que nunca, la propuesta que nos trae el buey es comprender que somos parte de un macroorden, y que hay leyes que si se transgreden van en contra de nuestra supervivencia. “Mantengan el orden adentro y afuera de casa”, nos advierte el buey. Es decir, en nuestra vivienda, reflejo y matriz de emociones, y en la casa grande, la de todos, nuestro querido planeta.
Orden en las jerarquías, en nuestros proyectos. Sin este enfoque, la energía se dispersará y no habrá abundancia ni salud”, afirma Patricia y nos comparte un pensamiento final. “La creatividad para adaptarse a los nuevos escenarios será siempre necesaria, pero para que surjan buenas ideas debemos organizar pensamientos y espacios. Es tiempo de replantear valores y ampliar conciencia, tiempo de ser solidarios y de comprender la vida desde un lugar más amplio”