Científicos de la Universidad Nacional de Singapur desarrollaron un nuevo material de sensor, en forma de e-skin o piel inteligente , altamente flexible y confiable.
Diseñado con base en la mecánica de contacto, este material puede utilizarse para medir el flujo sanguíneo en el diagnóstico del pulso cardíaco y ayudar a los robots a “sentir” la textura de las superficies.
Su diseño funciona cinco veces mejor que los materiales blandos convencionales utilizados hasta ahora para tal fin.
De acuerdo a los investigadores, el monitoreo en tiempo real y las habilidades sensoriales de robots requieren de electrónica blanda, aunque las mediciones mediante dichos materiales son menos confiables, en comparación con materiales rígidos, ya que su rendimiento es menos repetible debido a su flexibilidad y elasticidad.Esta variación en la confiabilidad se conoce como histéresis.